“American Idiot” es la historia de tres amigos, de tres anti-héroes: Johnny (auto proclamado “Jesús de los Suburbios”) y sus dos amigos Will y Tunny, quienes intentan escapar de una adormecida y triste vida en la ficticia ciudad de Jingletown, en Estados Unidos.
Antes de la partida, uno de ellos (Will) se entera del embarazo de su novia y decide quedarse aunque de manera reticente. Los otros dos parten y, muy pronto, las cosas cambian. Johnny se encuentra inmerso en una apasionada relación con una hermosa pero impredecible mujer y, gracias a St. Jimmy (su mortífero alter ego), se ve involucrado en una relación aún más apasionada con drogas extremadamente peligrosas. Tunny, por otro lado, le ve un sentido a la vida y se alista en el ejército, donde rápidamente resulta herido (física y emocionalmente) bajo cumplimiento de su deber.
Además, en los suburbios Will se encuentra atrapado en su sillón, anestesiado, y se deja caer. Los tres amigos luchan por encontrar un balance entre lo que les genera furia y amor (un conflicto que, sin dudas, define a toda una generación).
Silencios que gritan
En cuanto a la puesta en escena, las pantallas llenan los espacios y los silencios y gritan mensajes descontrolados. Algunos los oyen, otros los sufren, otros se dejan caer y otros finalmente los apagan. De esta manera, “American Idiot” resulta ser una muestra escalofriante de lo que es la realidad de las pantallas en los tiempos que corren, y demuestran que muchas veces los mensajes que nos brindan estas son mensajes que nos pueden llevar a desesperarnos y tener que pasarla mal hasta darnos cuenta que, cuanto más alejado estemos de ellas, la vida puede cobrar sentido.
La adaptación del musical es llevada de manera espectacular por el director Ariel Del Mastro, al igual que las letras de las canciones escritas por el líder de la banda Green Day, Billie Joe Armstrong, que son traducidas de excelente forma por expreso pedido de la banda norteamericana. Las actuaciones son impresionantes, todos los protagonistas cuentan sus historias de manera exquisita y vibran al compás de estas canciones que, sin importar el idioma, hacen salir al espectador con la cabeza al palo y con ganas de volver a entrar para ver el espectáculo… una y otra vez.
Puntos altos de la obra
La actuación de Germán “Tripa” Tripel, a quien seguro todos conocemos por su paso por Mambrú, es de lo mejor del musical. El artista se pone en la piel de St. Jimmy y nos demuestra que ya es uno de los máximos referentes de la comedia musical en nuestro país, que además cuenta con un caudal de voz excelente.
Por su parte, Francisco Eizaguirre es el encargado de personificar a Johnny, el protagonista. Podemos resumir que lo hace a la perfección y con una actuación superlativa.
Asimismo, las menciones especiales son para Sofía Val, quien personifica a Whatsername, la chica de la que Johnny se enamora. Val no solo canta excelente, y no solo baila de manera increíble sino que, además, realiza algo que en teatro en vivo es muy difícil como lo es animarse a un topless sin ningún tipo de miedo y de manera muy decidida.
La otra mención especial es para Franco Friguglietti, quien toca la guitarra de manera espectacular y le pone el toque de acrobacias a la obra cuando realiza saltos que dejan al público boquiabiertos. Lo cierto es que los 10 actores y la banda te dejan, como se dice habitualmente cuando uno va un show de punk o de rock, con la cara derretida.
El elenco completo
St. Jimmy: Germán Tripel, Extraordinary Girl: Mariú Fernández, Johnny: Francisco Eizaguirre, Whatsername: Sofía Val, Heather: Sofía Morandi, Will: Leandro Bassano, Tunny: Cristian Centurión, Theo: Julián Rubino, Alysha: Tatiana Luna y Gerard: Franco Friguglietti.
